Sumerge a tus clientes en una experiencia virtual que les permite conocer el espacio de la forma más realista posible.
Los usuarios podrán modificar la distribución, los materiales, el mobiliario y los colores para crear el espacio que imaginan.
Permite interactuar con los objetos, los muebles, la decoración, la iluminación, logrando una experiencia realmente inmersiva.
La conexión emocional y la retención de la información son puntos claves del proceso de venta.
La realidad virtual genera recuerdos del espacio como si hubiéramos estado allí, logrando una conexión emocional con el usuario.
La retención de la información para un video es, cómo máximo, del 20%, mientras que con VR se logra hasta un 80%.